El despertar de la lectura violeta

Con motivo del Día de la Mujer celebrado el pasado 8 de marzo, me gustaría abordar uno de los temas que provoca más controversia a día de hoy. Hablar del feminismo es algo peliagudo, y mentiría si dijera que no me inquieta escribir sobre ello. Parece que la simple mención de la palabra provoque a algunos un sarpullido, y declararse feminista es tirarse de cabeza a una piscina de discusiones y malas miradas. Tengo mucho que investigar y aprender sobre el tema, pero unos cuantos meses de interesarme por esta causa me llevan a querer adscribirme a ella. Simplemente leyendo artículos y testimonios de feministas he aprendido una gran cantidad de cosas que sólo puedo calificar de positivas: las pautas para tener una relación romántica sana, los indicadores de abuso, la importancia del consentimiento… Me está ayudando a ser más positiva respecto a mi cuerpo y al de los demás. Poco a poco me veo más capaz de identificar los usos sexistas del lenguaje y la publicidad. Por esta última razón, me ha hecho mejor lectora. Leer más